martes, 1 de mayo de 2012

CIRCO

Navegando por ahí, encontré un pequeño reportaje a la marca CIRCO de Almudena Gil que diseña joyas lúdicas y muy hermosas desde hace siete años en España:








Es muy gracioso y hasta fantasioso que la entrada de su tienda-taller sea por una ventana y no una puerta, algo que nos puede llegar a imaginar el cuento de Alicia en el País de las Maravillas.
Y ella dice así:

¿Cuál fue la primera joya que tuvo? ¿La conserva? "Mi familia ha estado ligada al mundo de la joyería y siempre nos han regalado cositas... No sé qué fue lo primero, pero tengo algunas cosas que no uso y que guardo como tesoros. Entre ellos, un colgante de oro que es un 'Pinocho-Hombre de hojalata' articulado que me regaló mi abuela y un par de gemelos desparejados de mi padre. Creo que esos son mis tesoros más preciados, tienen un valor puramente sentimental".




Las cuentas y las pequeñas piezas de sus joyas las guarda en cajas de colores, ¿las colecciona? "Desde pequeña tengo obsesión por todos los tipos de cajas; de zapatos, de puros, de galletas... Me encantan todas. A veces, me gusta más la caja que el contenido... Además, sirven para ordenar rápidamente cualquier desorden. Pero intento controlar este síndrome de diógenes que tengo con ellas y solo quedarme con las que son muy especiales".


Los caballos, las plumas y las estrellas son una especie de constante en la iconografía de Circo. "Lo fantástico me atrae muchísimo, en plan La historia interminable", explica Almudena. "Además de la fantasía, entre mis cosas favoritas están los helados, los cactus, las palmeras, los animales salvajes, el art decó, México, la playa, bailar, los tocadores, las antigüedades, los mercadillos..."


Me pongo a admirar y a pensar cuánta creatividad se halla escondida en todos nosotros, acá en Perú tenemos tanto potencial que trata de salir adelante con ideas innovadoras y técnicas milenarias que pareciera nunca acabar, basta darse una vuelta por el Mercado Indio o visitar el Taller de Lorena Pestana, una grande en verdad, sólo por citar unos ejemplos y tengo la suerte de tener piezas de muchos joyeros conocidos o no reconocidos, pero guardo con amor cada pieza y en alguna ocasión me puse a aprender a tejer hilo de plata, una técnica muy antigua y que requiere de mucho cuidado, pero cuyos resultados son preciosos. Algún día retomaré la joyería seguro, por hoy no es mi momento.
See you!
By Huachafita

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